Durante el embarazo y el parto, los músculos del suelo pélvico sufren mucho y en el postparto puede que te hayan aparecido molestias como pérdida de orina, dolor en las relaciones sexuales, prolapsos, incluso muchos dolores de espalda son debidos a un mal estado de tu suelo pélvico.
No evites reírte por miedo a pérdidas de orina, ni de tener relaciones sexuales placenteras, ni tengas miedo a toser fuera de casa por tener un escape.
De hecho, un 40 % de las mujeres embarazadas y un 20 % en el postparto tienen algún problema derivado de un mal estado de los músculos de su suelo pélvico.