La compresión mamaria es una técnica sencilla y manual que puede ayudarte en tu lactancia, sobre todo en los primeros días o semanas con un bebé recién nacido. Consiste en aplicar presión suave sobre el pecho mientras el bebé está succionando, con el objetivo de ayudarle a extraer más leche sin demasiado esfuerzo extra por su parte.
No sustituye a una buena colocación ni a una succión eficaz, pero sí puede ser un apoyo muy útil en determinados momentos de la lactancia.
¿Para qué sirve la compresión mamaria?
Hay muchas situaciones en las que esta técnica puede ayudarte:
- Si tu bebé se queda dormido al pecho rápidamente, sin haber mamado lo suficiente.
- Cuando notas que la succión es flojita o poco eficaz.
- Si el bebé no está ganando peso como debería o ha tenido una pérdida de peso importante al nacer.
- En momentos en los que notas que tu reflejo de eyección (bajada de leche) tarda en activarse o no es muy potente.
- Si estás en un pico de crecimiento y sientes que tu bebé no para de mamar, pero no termina de calmarse.
La compresión mamaria puede facilitar que el flujo de leche aumente en el momento justo en que el bebé está mamando, lo que le anima a seguir succionando y tragando. En muchas ocasiones, esto evita que se duerma antes de tiempo o que se frustre porque sale poca leche.
¿Cómo se hace la compresión mamaria paso a paso?
Te explicamos cómo hacerla, sin complicaciones:
- Coloca tu mano en forma de “C” alrededor del pecho. El pulgar por un lado y los otros dedos por el lado opuesto, lejos de la areola para no interferir con la succión del bebé.
- Aprieta suavemente, como si estuvieras exprimiendo una esponja. No debe doler, ni dejar marcas. La idea es aplicar una presión firme pero siempre cómoda para ti.
- Mantén esa presión mientras el bebé está succionando activamente (cuando lo ves tragar). Verás que con la compresión, muchas veces se anima a hacer una serie más intensa de succiones y tragos.
- Cuando notes que el bebé hace una pausa o deja de tragar, suelta la presión.
- Puedes volver a comprimir cuando vuelva a succionar, e ir cambiando de zona del pecho cuando notes que la leche deja de fluir.
La idea es acompañar al bebé durante la toma, dándole ese extra de ayuda que a veces necesitan, especialmente si están cansados, han nacido con bajo peso, tienen una succión débil o simplemente están en proceso de aprender.
¿Cuándo puede ser útil consultar a un/a profesional?
Aunque es una técnica sencilla que puedes probar en casa, siempre es recomendable que te acompañe un/a profesional de la lactancia materna, especialmente si:
- Tu bebé no gana peso adecuadamente.
- Las tomas se alargan muchísimo o son demasiado frecuentes.
- Tienes dudas sobre si tu bebé succiona eficazmente o si hay algo que mejorar en el agarre.
- Estás usando la compresión mamaria con frecuencia pero sientes que no hay mejoría.
En estos casos, una valoración completa con una IBCLC o asesor/a de lactancia puede ayudarte a encontrar la causa de fondo y ver si la compresión es realmente lo que necesitas o si hay que trabajar otro aspecto. En Aúpale somos 2 IBCLs y 3 asesoras de lactancia que podemos ayudarte. Además, todos somos Fisioterapeutas especialistas en Lactancia Materna. ¿Quieres contactar con nosotros?
¿La compresión mamaria puede dañar el pecho?
No. Siempre que se haga de forma suave y sin causar dolor, la compresión mamaria no debe provocar molestias ni obstrucciones. Si sientes dolor, notas que se te marcan los dedos o que el pecho se enrojece, para y revisa la técnica. Tal vez estés apretando demasiado o durante demasiado tiempo seguido.
Recuerda que es una herramienta para ayudar, no para sustituir otros aspectos importantes de la lactancia como un buen agarre o una postura adecuada. Si estás teniendo dificultades con la lactancia, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. ¡Podemos revisar todos los aspectos del sistema musculoesquelético de tu bebé para ver qué puede estar pasando!
¿La compresión mamaria estimula la producción?
Puede ayudar a estimular la producción de leche en ciertos contextos. Por ejemplo, en madres que están trabajando para aumentar la producción o en casos en los que el bebé no mama con mucha eficacia, esta técnica permite vaciar mejor el pecho, lo que envía al cuerpo la señal de producir más.
No es mágica ni sustituye un buen plan de extracción o apoyo profesional, pero sí puede ser un complemento útil si se emplea correctamente y con acompañamiento adecuado.
¡Muy atenta al vídeo porque Belén te lo explica de una manera muy gráfica! Y si tienes dudas ya sabes que puedes llamarnos al 646 514 786.